murió mi esposo,
mis hijos y mis hijas.

mi casa se incendió de golpe;
las fotos, el abrigo de las camas,
los juguetes, nuestros libros y discos.

los animales rescatados también murieron en el incendio.

me ahogan; los viajes que no haremos, las vacaciones, la navidad,
la nieve y los pequeños correteando, las otras mujeres y los otros hombres.

me afixian; los cumpleaños que nos faltaba celebrar, las noches que ni dormiremos ni estaremos despiertos juntos, el abrazo de desayuno de cada día a mis niñas.

todo se lo llevó este fuego maldito que nos tomó por sorpresa, tus camisas, mis vestidos, los dibujos en la puerta de la heladera, las alfombras peluditas, nuestros grandes ventanales...

... nada queda
sólo respirar inútilmente.