inevitable
no vas a volver, te conozco bien -shakira.
Toda la vida creí que había nacido en invierno... porque el día de mi cumpleaños siempre llueve y hace mucho frío, adentro y afuera. Pero una vez, no recuerdo exactamente cómo, quizá cómo una revelación, descubrí que nací en otoño. Que el viento trajo el color de las hojas hasta mi pelo, que mis ojos imitaron bellotas y almendras. Que mis pies prometieron estar cálidos por la tarde y fríos por las noches. Pero eso no fue lo más revelador, lo verdaderamente impactante es que contraje un don: puedo ver cosas que nadie ve. Por ejemplo, una mariposa recién nacida, un diente de león que decide comenzar su viaje, una araña con sus bebitos encima. Puedo ver nubes increíbles que cualquiera podría confundir con el algodón de azúcar del parque Rodó. Incluso una vez en una ciudad lejana descubrí una montaña inmensa y nevada que nadie a mi alrededor estaba mirando. Esa ciudad era bien curiosa, no hacía falta esperar meses para el verano, simplemente bastaba con salir fuera de la casa a las 12 del mediodía; tampoco era que junio=otoño, sólo dejar el reloj alcanzar las 4pm, y como imaginarán, invierno llegaba apenas se ponía el sol. Una noche vi a un muchacho de chamarra de cuero haciendo apuestas, enamorando a una chica con su sonrisa, luego lo vi saltando rejas de forma ilegal y también coqueteando a otras mientras su nueva novia iba al baño. Todo sin que nadie más lo viera, sólo yo.
Pero el invierno no me gusta, aunque puede ser la excusa para tirarse en un sillón con una manta a ver llover por la ventana y escuchar discos de vinilo (vinilo el material no la banda, bueno si la banda también claro), aunque muchos amantes se acurrucan como nunca en invierno, a mí no me gusta. Quiero convencerme de que se debe al frío, pero una vez, no recuerdo exactamente cómo, quizá como una revelación, descubrí que naciste en invierno. Que el viento puso el color de las tormentas en tu pelo, que tus ojos hablan más de adioses que de bienvenidas y que tus pies han decidido avanzar en otra dirección.
El punto es que toda la vida creí que había nacido en invierno y al final, resultó que no fue nacer, fue morir.
paranoias 0:
Post a Comment
<< Home