10.26.2014

no le tengo miedo al miedo

todos/as los/as bloggers deben tener su entrada sobre el miedo, y no me extraña

yo no le tengo miedo al miedo, tengo miedo nomás... simplón, sin rodeos
aún hoy, aún después de tanto tiempo y tanto aprendizaje, aún después de contar con bastantes herramientas e información para transformar eso, igual y con todo, ahí está...

puede que sea más débil, menos insistente, menos recurrente, y hasta mas pequeño; pero acá estamos, domingo, juntos otra vez...

y sucede porque encuentro que no hay lugares o espacios de tiempo seguros, que nunca se puede estar a salvo y quizá de eso justamente se trata la vida, y la vida de los animales mas, puede ser... pero con todo mi deseo más profundo es poder sentirme a salvo, no un día cada tanto, ni un ratito cuando me sucede la bendición, sino a diario, en cada latido, en cada madrugada...

entre los brazos de mi abuela estaba ese lugar, pero claro, ahora no hay abuela ni abrazo... y créanme, he buscado dentro y fuera, en mi cuadra, en la esquina y también lejos de casa, he buscado en otros abrazos y otros corazones, pero la gente aún no sabe amar... antes de que alguno/a se digne a decirme que no hay que buscar y todo ese blah blah blah, les menciono que también he "no buscado", lo intente y también me di por vencida, me entregue, me brinde toda, luche y me deje llevar... y al fin de cuentas: nada; apenas unos sorbitos jugando en el pasto con una perrita hermosa, apenas unos bocados cuando el viento me abrazaba... pero no hay mas que eso y no es suficiente...

no soy pretenciosa saben? no es suficiente de verdad, no es vida la de sentir todo el tiempo que las personas no nos amamos, que competimos por la pertenencia de cosas y de otros/as, que competimos para ser mejores y mas lindas que las demas, que compartimos por algun interes, que hay que cumplir, obedecer, complacer... y que de lo contrario hay que bancar la toma y no está bueno tampoco.

al final hay que tener la guardia alta siempre, mirar para los dos lados antes de cruzar, cerrar la puerta con llave, taparte el escote, y rezar... no rezar para que no pase, eso ya no tiene sentido frente a los caprichos del mundo; rezar para que cuando pase, puedas otra vez juntarte de a pedacitos y armar al menos una escueta sonrisa...

esa es mi plegaria entonces, que me quede algo para poder sonreirle a las primaveras, hacerle mimos a los demas animales, y en el mejor de los casos poder salir a jugar un ratito.

paranoias 0:

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