solo un martes

era martes, salí de mi clase, caminé hasta la plaza independencia, y lo esperé, en un banco, frente al palacio salvo...

de mientras, me puse a mirar el cielo, lo alto del edificio y esas cosas... de pronto, por allá arriba, observé una ventanita con la luz prendida y alguien ahí, mirando la plaza, supongo...

infantil e intuitivamente levante la mano y saludé, (andá a saber porqué siempre se nos dá por saludar cosas que están lejos como aviones, bandadas de patos, o barcos que se alejan...)

lo bonito es que fui correspondida,
luego me preguntó que hacía allí, y le respondí que estaba esperando a alguien, todo con señas claro...

al rato llegó mi cita, nos saludamos y nos alejamos unos pasos, pero me volví para despedirme, y esta vez, también fui correspondida.

el martes siguiente, a la misma hora, estuve ahí,

la ventana dejaba ver la luz encendida, pero él/ella no estaba

y me carga la incapacidad que tiene la gente de sostener en el tiempo algo que es muy bonito!

(además, mi cita tampoco apareció ese martes)