Tu chica del lago

Vivimos sobre las orillas de un lago, el aire es fresco, y casi se saborea la humedad sutil de las sierras. Uso vestido todo el día y toda la noche me siento en el piso de madera a ver las estrellas, a tu lado, claro está.

Así sin más, en un firmamento que ya no encuentra la resistencia de los cristales cerrados; vemos ese loop constante de tardes sublimes, noches de grandes temporales, y mañanas nuevas...

Hay perros en casa, insectos y patos en el lago.

Lejos, muy lejos de lo complejo y complicado, acá nada tiene explicación ni la necesita, las cosas SON y punto. Vos y yo SOMOS y punto.

Y es muy de vez en cuando, que siento nostalgia de todo aquello, y me indago y me pregunto:

cómo fue que diste aquella madrugada con mi puerta?

cómo me animé a recorrer la vida contigo a partir de ese momento?

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