A escasos metros
de tener un cuarto de siglo colgado de la nariz como chocolate en hocico de perro.

y exitosos: nunca olvidaré haber cantado en canal 4 para que ustedes pendejos como yo se fueran a dormir*
Infancia llena de destrezas hoy perdidas: el paso de jazzy mel, el paro de manos, y la habilidad de usar “bobitos” sobre las calzas…
Los bobitos de la adolescencia merecen un blog entero, creanme.
Pero, de nostalgias no están hechos los 25 años, ni de anécdotas, ni de las penas pasadas, ni de las arrugas venideras, entonces me pregunto… que mierda tiene de místico este asunto que hace días revuela mi atareada cabecita?
Y será que es y resulta ser inevitable comparar mi tiempo de ahora con la vinilica de antaño, y ahí la veo… chiquitita llorando por un cascarudo aplastado y me veo estudiando (intentando al menos) veterinaria,
la veo cantando cuanta canción escuchaba pero para ella solita nomás y me veo en clase de canto llena de vergüenza;
la veo valiente de verdad y fuerte de mentira llorando en secreto con un peluche, ese mismo que está ahí en el puff, siempre a la mano…
La veo linda, y llena de cariño que desborda y duele, cruzando barrios amorín de la mano de un ángel que acaba de comprarle un alfajor…
Entonces siento que tengo la suerte de que casi casi, todo siga igual.
*(pago y mucho por ese video)